jueves, 18 de febrero de 2010

Todo sobre la fibra



La fibra es un componente que se encuentra en los productos vegetales que les da una consistencia rígida, y que al no ser digerida por nuestro organismo no aporta calorías.
Hay dos tipos de fibra: soluble e insoluble:
La primera atrae el agua y la vuelve de consistencia gelatinosa durante la digestión, haciendo que este proceso sea lento. La fibra soluble se encuentra en la avena, la cebada, las nueces, las semillas, las habichuelas, las lentejas, las arvejas y algunas frutas y verduras. Se ha comprobado científicamente que este tipo de fibra reduce el colesterol, lo cual puede ayudar a prevenir problemas cardiacos.
La fibra insoluble se encuentra en alimentos como el salvado de trigo, las verduras y los granos integrales. Este tipo de fibra parece acelerar el paso de los alimentos a través del estómago y de los intestinos, y le agrega volumen a las heces.
La recomendación para los niños mayores, adolescentes y adultos es de 20 a 35 gramos por día. Para asegurar un ingesta adecuada de fibra, se debe consumir una variedad de alimentos que incluyan más frutas, verduras, granos integrales, cereales y legumbres secas. Asimismo, se debe agregar fibra gradualmente en un período de unas cuantas semanas para evitar la molestia abdominal. El agua ayuda al paso de la fibra a través del aparato digestivo, razón por la cual se deben consumir líquidos en forma abundante (aproximadamente 8 vasos de agua o líquidos no calóricos al día). El pelado puede reducir la cantidad de fibra en frutas y verduras. Comer alimentos que contengan fibra, ya sea crudos o cocidos, es benéfico.

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